dijous, 10 de març del 2011

Consecuencias psíquicas y sociales del alcohol


Tolerancia
Mientras se produce una dependencia psicológica, la parte física del cuerpo se está adaptando al alcohol. El cuerpo ya no reacciona frente al alcohol como un veneno o sustancia tóxica, y comienza a reaccionar más como hacia una droga. Esto es lo que se llama tolerancia. El proceso es gradual y puede pasar inadvertido durante mucho tiempo para la persona con problemas de alcohol.
Adicción Física
Cuando la cantidad de alcohol consumido se reduce drásticamente, el cuerpo experimenta los síntomas de abstinencia.
Síntomas moderados, se pueden señalar: sudores y temblores, náuseas, vómitos, diarreas. Insomnio, ansiedad, intranquilidad. Pulso elevado, elevación de la temperatura y de la presión sanguínea. Pueden ocurrir alucinaciones ocasionales. Dura entre 3 y 12 días, aproximadamente.
Existen otros síntomas de mayor importancia como son el Delirium Tremens y ataques epilépticos.
No todas las personas que dependen psicológicamente del alcohol tienen adicción física.
El miedo al síndrome de abstinencia y el sentirse incapaz de dejar de beber y poder funcionar sin la bebida puede llevar a desarrollar una dependencia psicológica secundaria “Estoy atrapado en esto: no controlo el alcohol; el alcohol me controla a mí”.

Con el continuado consumo de alcohol en ciertas situaciones, la persona puede conseguir consecuencias positivas frecuentes con la bebida. Así empieza a “aprender” que el alcohol le da “poder” sobre la situación y sobre sus sentimientos. En este momento, el alcohol puede pasar de tener una función “integrativa” (beber como complemento a otras actividades como comidas, fechas especiales) a beber para conseguir los efectos (“coger el punto”, escapar de los problemas, o tener “valor”)
Dependencia Psicológica

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